Mi esposa me pregunta que por qué yo escribo LA maratón, en vez de EL maratón. La verdad es que creo que es correcto de las dos maneras. A mi me gusta escribir LA, pero cuando hablo digo EL. Comienzo con esta aclaratoria por si alguien se había estado haciendo la misma pregunta.
Otra cosa. No sé por qué algo que dije o algo que escribí se entendió como que este blog terminaba en el kilómetro 42 de mi carrera. Pues no, no se ha terminado.
Son dos metas: 21 kilogramos y 42 kilómetros. De los 42 kilómetros ya les conté y les tengo más información al final de esta entrega. De los 21 kilogramos, todavía me falta perder 6 kilos 900. Y nadie va a salvar a los seguidores de este blog del relato sobre cómo los voy a perder.
Además, ya me picó el gusano del ejercicio, así que es posible que me vuelva a apuntar para otra maratón para abril o mayo del año que viene. Si eso ocurre, claro, voy a seguir blogueando sobre el tema.
El peso. Sin mover un músculo y disfrutando enormemente del descanso, entre la línea de largada de la maratón y este momento en que escribo, he perdido dos kilos y medio.
Son los efectos acumulados de comer bien, descansar, entrenar y recuperarme de haber gastado 4.500 calorías en una sola jornada de ejercicio.
Eso sí, si alguien quiere perder dos kilos y medio en una semana, no le recomiendo correr 42 kilómetros sin antes haber hecho todo lo que hice yo para llegar hasta ahí.
Esta semana vuelvo a retomar poco a poco el ejercicio, y me voy a concentrar en la pérdida de peso. Es decir, intensidad moderada para quemar más grasa.
También voy a sumar ejercicios de esos que llaman de "musculación" (las pesadas pesas, las inflexibles flexiones y los abonimables abdominales), para aumentar la masa y el tono muscular de todo el cuerpo (no solo las piernas) y acelerar el metabolismo.
Ya salieron los resultados oficiales de la maratón. Según la tabla que publicaron en internet, llegué en el lugar 1021, a tres horas y cuarto del ganador de la prueba, a un paso promedio de 7 minutos 45 segundos por kilómetro y con un tiempo total de 5 horas 28 minutos y 35 segundos.
Detrás de mi, solo Lucca Fischetto, que en el tramo final estuvo de acuerdo conmigo en que la meta había que cruzarla corriendo "para la foto", aunque ya las piernas no nos dieran más.
Cuando, llegamos, los fotógrafos hacía rato que se habían largado (a pesar de que yo habría comprado con gusto una foto mía cruzando la meta) y alguien de la organización escarbó el fondo de una bolsa de plástico para darnos una medalla a cada uno.